Las asociaciones de familiares y personas con daño cerebral adquirido surgen para suplir la carencia de recursos de atención específicos para esta discapacidad. Con la unión se reivindican los derechos de las personas con DCA, pero también se crean centros y servicios que, cada día, ayudan a cientos de personas y familias proporcionándoles apoyo psicológico, descanso, rehabilitación, inclusión o participación en la sociedad.
Las personas con daño cerebral, y todo su entorno, entran repentinamente en una situación que las aproxima al riesgo de exclusión social. Los gastos se multiplican -necesidades médicas, protésicas y otros refuerzos- y los ingresos menguan -la persona con DCA suele tener que dejar su empleo, muchas veces también lo tiene que hacer la cuidadora principal-.
Sustentar la estructura de apoyo la esta situación no es fácil, pero que las personas con daño cerebral puedan ejercitar sus derechos es fundamental. Por eso la solidaridad, también económica, es importante.
Se puede seguir el itinerario del dinero de una donación gracias a la política de transparencia de FEGADACE. Además, la persona o entidad que realiza la aportación tiene la posibilidad acogerse la una deducción fiscal.
IRPF (Personas físicas) |
Primeros 150€ | 75% |
Resto | 30% | |
Si en los dos años anteriores se dona la misma cantidad o más a la misma entidad | 35% | |