Una vida salvada merece ser vivida
con dignidad

Consecuencias

Las secuelas del daño cerebral son diferentes y heterogéneas, y generan distintos tipos y niveles de discapacidad según la persona y la lesión. Con el daño cerebral adquirido pierde sentido hablar de discapacidad física, psíquica o sensorial: son muchas al mismo tiempo, y se presentan en diferentes proporciones e intensidades en función de la persona.

Secuelas motoras
  • Inmovilidad de diferentes partes del corpo
  • Hemiplejia
  • Trastornos de la marcha
  • Trastornos del tono postural (hipotonía, espasticidad)
  • Temblores
Secuelas sensoriales
  • Afectación o pérdida de la visión
  • Afectación de la audición
  • Afectación del olfato
  • Hemiparesia
Secuelas orgánicas
  • Traqueotomía
  • Alteraciones respiratorias
  • Problemas de control de esfínteres
Secuelas cognitivas
  • Desorientación
  • Problemas de atención
  • Alteraciones en el nivel de alerta
  • Trastornos de la percepción
  • Alteraciones del lenguaje y la comunicación
  • Alteraciones de la memoria
  • Trastornos del cálculo y el razonamiento numérico
  • Disfunciones ejecutivas
Secuelas emocionales
  • Ansiedad
  • Depresión
  • Apatía
Secuelas conductuales
  • Inadecuación a las situaciones sociales
  • Impulsividad
  • Hiperactividad
  • Agresividad
Secuelas sociales
  • Empobrecimiento
  • Riesgo de exclusión social
Cambios en el nivel de alerta

La alteración del nivel de consciencia puede ser verdaderamente severa, llevando a la persona a lo que comúnmente se conoce como 'coma'. Hai tres clasificaciones:

  • Coma. Reducción del nivel de consciencia con alteración del nivel de alerta y del contenido de la consciencia. La persona permanece con los ojos cerrados sin responder al entorno, con ausencia del ciclo sueño-vigilia y sin respuestas reflejas.
  • Síndrome de vigilia sin respuesta o estado vegetativo. Estado de vigilia en ausencia de respuesta a uno miesmo o al entorno, con respuestas motoras reflejas. Se preserva el nivel de alerta y el ciclo sueño-vigilia.
  • Estado de mínima conciencia. Se diferencia del anterior en la presencia mínima, pero discernible, de conciencia de uno mismo o del entorno.